lunes, septiembre 12, 2005

¿Fácil o Difícil?

Hace unas semanas vi dos artículos en Clarín, uno que hablaba sobre el aumento del consumo de fármacos para tratar problemas relacionados con el estress, la depresión y otros síntomas en niños . El otro artículo señalaba el uso de estimulantes para mejorar el rendimiento en adultos.
Buscando en Clarín el primer artículo encontré otro, que me sorprende más todavía: En EE.UU. aprobaron el uso de un aparato contra la depresión. Se ve que esto de llevar a todo la cuestión de la "rapidez" se está cumpliendo. "Lo que importan son los resultados", dirán tratando de justificar algunos. Yo no digo que no importen los resultados, sí digo que el cómo se obtiene los resultados es la cuestión central aquí.
Supongamos que se nos pincha una rueda de nuestra bicicleta. Podemos aplicar un parche a la cámara de la bicicleta o podemos ver si la rueda (el neumático) está gastado y por lo tanto, por más que aplique un parche o cambie la cámara, la reparación durará poco. O sea, básicamente, hay dos formas de proceder: lo inmediato, lo más "fácil", para "salir del apuro", y lo que va a tomar más tiempo, lo más "difícil", para "cortar el problema desde su raíz". Este tipo de situaciones se nos presentan momento a momento. Si elegimos lo fácil, habremos eliminado el síntoma, pero si elegimos lo difícil habremos eliminado la enfermedad. Si elegimos lo fácil es muy probable que vuelva a aparecer el mismo síntoma (o que aparezca otro)
Si alguien tiene un porblema como estress, o depresión, o ... tiene básicamente 2 formas de resolverlo: eliminar su síntoma (tomando una pastilla -u otro medio, si se aplica, como es el caso del aparato contra la depresión-, "hacerse el positivo" -en caso de depresión-, irse de vacaciones -en caso de estress-) o preguntarse qué le está pasando. Como habitualmente compramos lo que se nos vende, cuando estamos estresados tomamos un "tafirol" o algún estimulante. O si estamos deprimidos tomamos "prozac". Esto de comprar lo que se nos vende es otra cuestión para analizar (en otra entrada tal vez lo haga). Ese es el camino fácil, el que puede dar una respuesta rápida (pero que no elimina el problema, sino que nos puede hacer dependientes de la solución elegida).
El camino difícil sería empezar a preguntarse por qué se siente uno estresado (o deprimido, o ...), tratar de ver lo que hay dentro nuestro. Esto se puede hacer mejor con la ayuda de un profesional como un psicólogo; aquí señalo que las personas no conocen las distinciones dentro de las terapias psicológicas. Y en esas terapias psicológicas también vamos a encontrar lo fácil y lo difícil. Por ejemplo fácil son las TCC (terapias cognitivo-conductuales) y una solución que compromete al sujeto es el Psicoanálisis. En este último el sujeto debe realizar un mayor esfuerzo, pues el saber sobre su problema particular es de y está en él, por lo tanto viendo sus propias restistencias, sus propias miserias, y encontrando la raíz de ellas (nuestro comportamiento actual está determinado por el pasado: lo que hacemos o no hacemos depende de lo que hemos aprendido, tanto aquello que nos quisieron enseñar como aquello que no sabían que nos estaban enseñando) el sujeto puede hacer algo con eso que le pasa, pues así conocerá el problema desde su gestación, tendrá una visión amplia sobre él.
Si no puedo concentrarme en el trabajo, en el estudio o en otro lugar donde sea necesaria mi concentración puedo tomar las pastillas y "chau problema". Pero ¿y qué pasa con el sujeto? ¿qué pasa con la pregunta sobre el sujeto? ¿nos convertiremos en máquinas, a las que hay que "aceitarlas" para que funcionen mejor? ¿es eso lo que deseamos? ¿deseamos algo o nos movemos únicamente por el ritmo que marcan el marketing, la moda y/u otras tendencias?
Quedarse en la "comodidad" que tenemos cuando nos comportamos como siempre lo hemos hecho es fácil, lo difícil es tratar de ver la verdad de lo que nos pasa.

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